Uno de los puntos más complicados al enfocar una planificación de contenidos es conseguir combinar frecuencia y calidad.
Ya comentamos, cuando hablamos sobre la fórmula 70-20-10, que hay una estrecha relación entre la frecuencia de publicación y el tráfico. Es lógico, ya que aumentamos el long tail, el interés de Google hacia la página y, lo más importante, el engagement con el usuario.
Pero hay que tener cuidado, porque, cuando hablamos de aumentar la frecuencia, nunca podemos hacerlo reduciendo la calidad. Mejor un post al mes de calidad, bien segmentado y resolviendo los problemas de nuestros usuarios, que 30 producidos de cualquier manera.
No nos gustan mucho las reglas, pero hay una serie de tácticas que funcionan muy bien a la hora de planificar pesos y tipos de contenidos. Basados en la regla 4-1-1, popularizada hace ya unos años por Tippingpoint Labs y Joe Pulizzi y usada por Marketo en sus estrategias de lead nurturing (que habla sobre cómo establecer una correcta planificación de contenido en email), hemos establecido la siguiente estructura:
4: Contenidos regulares / nuevos
La mayor parte de nuestro contenido será contenido útil, que funciona y que es sencillo de generar (con el que ya estamos más familiarizados). Por ejemplo, que se escriba en menos de una hora y que seamos capaces de ser constantes con esta generación de contenido sin mermar nunca la calidad del mismo.
1: Republicar contenido antiguo
De cada 6 contenidos, 1 tiene que ser republicado u optimizado de un contenido antiguo. La clave en una buena estrategia de contenidos es tratar, por todos los medios, de optimizar constantemente el contenido antiguo, de forma que siga generando tráfico durante la mayor parte de tiempo posible. Así, seguiremos captando leads y generando nuevos prospects de forma recurrente.
1: Contenido especial
También, de cada 6, 1 tiene que ser especial. ¿A qué llamamos especial? A piezas de contenido diferentes. Por ejemplo: checklists, worksheets, presentaciones, chuletas, etc. Cualquier pieza de contenido que implique la generación de un documento para descarga del usuario.
Estas piezas irán siempre asociadas a un post e irán segmentadas a la buyer persona a la que queramos impactar con ese contenido.
Un contenido, además, que debe ser diferente, original, lejos de nuestra línea habitual y que sorprenda al usuario. Es ahí donde cobra protagonismo el pensamiento lateral: dejar a tu mente volar y hacer cosas con las que no tengas seguridad de si van a funcionar o no.