El contenido viral tiene ese nombre por un motivo: se comporta de la misma forma que un proceso vírico. En ese proceso, existen uno o varios focos, una probabilidad de contagio, y un entorno en el que las redes sociales facilitan que un solo tuit pueda extenderse de forma exponencial, llegando a ser una pandemia global.
Solo hay que pensarlo, si el #IceBucketChallenge hubiese sido una enfermedad en lugar de un meme, habría acabado con buena parte de la población mundial.
Si vemos nuestros contenidos como un virus, nuestro objetivo sería barrer a los humanos del planeta, que nuestro vídeo, post o infografía llegue al último rincón del mundo. ¿Cómo conseguimos que nuestro contenido se convierta en viral?
Factores que hacen de un contenido viral
En la viralización de contenidos podríamos determinar 3 factores básicos para determinar el alcance de nuestro contenido:
- Focos iniciales: El punto desde el que damos a conocer un contenido. Si sólo lo retuiteo yo, que tengo 5 followers, es estadísticamente improbable que reciba un retuit. Si lo hace Justin Bieber tendrá un alcance inmediato de 35 millones de personas, por lo que será viral en segundos.
- Alcance medio: Representa la cantidad personas a la que puede llegar un usuario que comparte un contenido. El número de fans, followers o la métrica correspondiente de cada canal. Por ejemplo, si un contenido se viraliza entre gurús de un sector, el alcance medio puede estar en varios miles de usuarios.
- Índice de contagio: En este caso sería la probabilidad de que un usuario que se ha visto expuesto al contenido, lo consuma o lo contagie. Son dos métricas diferentes, y calculables si tenemos la paciencia para ello.
¿Cómo lo aplico a mi día a día?
Volviendo a la base: no nos obsesionemos sólo con que el contenido esté bien. Tiene que estarlo, es obvio porque de otra forma nadie lo compartirá. Y aunque puedes hacer un contenido pensando en que lo compartan todos los influencers del mundo, al final no es un punto sobre el que tengas control.
Pero incluso con un contenido excepcional orientado a podemos chocarnos contra un muro si partimos de una mala base (un foco inicial muy limitado) o si las personas que acaban compartiendo el contenido tiene un alcance muy bajo.
Así que para tu próxima campaña, ten en cuenta que la cantidad de gente con la que compartes inicialmente el contenido es un factor tan importante como la calidad del mismo, o el alcance de la gente que lo comparta. Ten siempre presente que el usuario es el rey y que la única forma que realmente puedes controlar es la exposición inicial, así que dale difusión, no sólo en Twitter: StumbleUpon, reddit, meneame, del.icio.us o bitácoras, entre una enorme lista.
En definitiva, pensemos que nuestro círculo de contactos es como el aceite que hará que la maquinaria funcione mejor: En ningún caso sustituye al buen contenido, que es esencial, pero una vez hayas logrado crear contenido excepcional, no dudes en tirar de ellos.