Twitch es una plataforma de emisión en directo (live streaming) desde la que cualquier persona puede comenzar a retransmitir todo tipo de contenido. Se apoya en un sistema de suscripciones a modo de donaciones a los creadores, de manera que a partir de determinada audiencia, es posible empezar a ganar dinero con la actividad directa en ella.
Hasta hace muy poco Twitch era territorio gamer. ¿Qué podíamos encontrarnos por entonces en ella? Partidas en directo, retransmisiones de competiciones o análisis de jugadas, por ejemplo. Sin embargo, y sobre todo a raíz del confinamiento del 2020, contenidos de todo tipo se han ido abriendo paso en los últimos meses: música, podcast, noticiarios, conversaciones con los espectadores, etc.
Como ya hemos visto en el caso de otras redes sociales, el uso planeado para una red social no tiene porque ser el que finalmente los usuarios le acaben dando (mira por ejemplo cómo han acabado los feeds de Instagram de estas cuentas. Cada vez será más habitual encontrarnos con nuevos formatos como es el caso de los vídeos «study with me». Hay mucho por hacer todavía en Twitch.
Según datos de la propia compañía (propiedad de Amazon, por cierto), Twitch cuenta hoy con 2 millones de usuarios en directo en este mismo momento, 25 millones de personas que se conectan diariamente y un total 6 millones de creadores de contenido como nosotros. ¡Y subiendo!
¿Por qué usar Twitch?
Infinitas, y a mejor forma de comprobarlo es lanzándote de cabeza a probarlo. Pero por no ser poco precisos, aquí va un rápido listado:
- Es una red social nicho, con todo lo bueno que eso supone. Veremos cómo evoluciona, pero en comparación a las cifras que se gastan Facebook o Instagram, y sobre todo a lo extendidas que están, Twitch todavía es un territorio por explotar.
- Conexión total con la audiencia (si quieres). Puedes conectar en directo con tus seguidores desde los mensajes de chat en directo, hacerles participes de la creación de tu contenido, u ofrecerles contenido exclusivo desde el sistema de suscripción. Si acabas jugando bien tus cartas, verás como se crea una comunidad a tu alrededor con diferentes roles ocupados por tus seguidores (seguidores, suscriptores, editores, moderadores, VIP).
- Versatilidad máxima. Desde su panel de control que poco tiene que envidiar a las de un realizador de televisión puedes hacer verdaderas maravillas. Y sobre qué emitir, tu imaginación es el límite (nos ponemos románticos).
- Bajo coste de producción. Que si puedes contar con una buena cámara y un buen micro, genial, pero no es imprescindible. Si lo comparamos con lo que supondría hacer un programa en directo en una televisión, desde luego, Twitch sale ganando.
- Twitch SÍ remunera a sus creadores de éxito. Gracias a su programa de afiliados, puedes monetizar tu actividad en esta red social, no como en otras, ejem, ejem, no quiero mirar a nadie, Instagram.
- Croquetas. O lo que viene siendo aprovechar el contenido que has grabado en directo para después hacer píldoras con las que alimentar el resto de tus canales. Desde pequeños clips de vídeo a podcast con el audio que hayas grabado.
Si te hemos convencido, nos encantará ver como te conviertes en streamer de éxito. Si no ha sido suficiente, siempre puedes pasarte por alguno de nuestros directos. O quedarte como estás, que tampoco pasa nada. Cada uno tiene su formato, ¿y si el tuyo fueran los podcast?