El A/B Test consiste en desarrollar y lanzar dos versiones de un mismo elemento y medir cuál funciona mejor. Es una prueba que nos sirve para optimizar una estrategia de email marketing o mejorar la efectividad de una landing page.
Si has detectado que tu página atraviesa una mala época, es momento de aplicar acciones para mejorar tu tasa de apertura y click-throughs
¿Cómo funciona el A/B Test?
Este método consiste en desarrollar dos versiones de un mismo elemento que vamos a lanzar al mercado (por ejemplo, un botón de CTA azul y uno amarillo), y luego utilizar las métricas de cada variación para evaluar cuál funciona mejor.
Al contrario de lo que pueda parecer, hacer muchas variaciones no tiene porqué producir impactos negativos; son cambios incrementales que mantendrán a tus usuarios conectados y más cerca del último eslabón del ciclo de compra.
Para utilizar bien el A/B Test debemos centrar nuestra atención en esos elementos que influyen en el ratio de apertura de un email y en los clics que el usuario hace en una landing page. Estos son algunos de esos elementos que podemos testar en un A/B Test:
- Las palabras, colores, tamaños y ubicación de tus CTAS.
- Los titulares y cuerpos de la descripción de tus productos.
- La extensión de un formulario y tipos de campos.
- El layout o estructura visual de tu página web.
- El modo de presentación del precio de tus productos y ofertas promocionales.
- Las imágenes (ubicación, propósito, contenido y cantidad) de las landings y páginas de tu producto.
- Cantidad de texto en una página web o en un blog post.
¡Aplícalo! Observarás curiosas tendencias de comportamiento en el A/B testing que pueden ayudarte a detectar mejoras de forma más eficiente que, por ejemplo, mediante una investigación de mercado. Al final, sigue siendo un approach cuantitativo que puede medir patrones de comportamiento de nuestras visitas y proveer los insights necesarios para desarrollar soluciones.